A propósito de los últimos temas y escándalos como el del palacio de Justicia , la reinserción de los paramilitares, la para-política, de los indultos y todas las otras desgracias que han caído sobre nuestro país, salen a relucir varios temas merecedores de unos ensayos mas profundos; ahora solo intento plasmar la sensación de impotencia que sentimos los colombianos y poder manifestarnos a través de los medios , con la única esperanza de ser escuchados y discutidas nuestras ideas.

El primer tema que me asalta es mirar la falta de arrepentimiento de los actores en todos los hechos sucedidos en nuestra historia reciente; unos callan atrocidades cometidas en nombre del pueblo o de la defensa del estado; otros solo buscan a través de una ley su socialización, poder recuperar sus derechos, contando solo los hechos necesarios e indispensables para una aplicación de un beneficio, no he conocido ningún caso, ni de los militares, ni de los jefes paramilitares, ni de los para políticos , ni de los guerrilleros actuales, en que realmente el arrepentimiento sea completo , que le pida perdón al país , que reconozca que se equivoco, que no siga insistiendo en que era una obligación moral , o que fue victima de engaños; que esté resuelto a responder por sus actos ante su familia , ante el país , ante sus victimas, ante la justicia, para que, todos nosotros , conociendo TODA la verdad, pueda , él mismo a su interior, tener la paz, y la sociedad descansar, al encontrar respuestas a sus preguntas nunca resueltas, y poder aplicar sin reservas, los beneficios a una persona que tuvo el valor de sanarse a si mismo y sanar a los demás.

El segundo tema que me asalta es al darle una mirada a nuestros gobernantes y sentir la misma sensación que con los anteriores actores, si ellos son nuestros representantes elegidos con nuestra adquiesencia y se nos deben, según la escasa comprensión de democracia de nuestro pueblo; por que han permitido, con acciones u omisiones, seamos golpeados sin misericordia por cuanto actor violento , por que ellos nos hacen lo mismo, y aquel que por acción u omisión haya permitido cualquier hecho atentatorio contra el pueblo colombiano, se retire de ejercer y si es culpable que confiese ante la sociedad su debilidad, para que igual a los anteriores , sea juzgado y se puedan aplicar la ley con sus beneficios.

El tercero y no menos grave que los anteriores es el miedo colectivo de nuestro pueblo, hemos vivido en un país en donde gracias a los actores anteriores, la gran sacrificada es la verdad, hemos sido cohersionados desde siempre por los actores violentos, se han reprimido, con balas, arrestos, desapariciones, prebendas, etc cualquier manifestación de inconformidad , si nos remontamos a las bananeras, seguimos con la violencia politica de los años 50, a continuación con el frente nacional donde todo fue miti y miti y la Colombia quedo en un segundo plano, luego con los gobiernos autoritarios que permitieron el abuso constante de los derechos civiles por parte de todos los actores , luego con los gobiernos pusilamines, que, haciéndose los de la vista gorda esperaban el paso de su mandato; todos sin excepción han sido, en el menor de los casos, actores pasivos de violencia y protectores de un estado de cosas que han creado en el pueblo colombiano un miedo a manifestar sus preocupaciones , y atreverse a protestar , por que a la larga terminan arrasados por ellas, asi las cosas es mejor quedarse callados.


El cuarto y ultimo es la bondad de nuestro sistema de gobierno, lo que nos indica todo lo anterior es que el sistema ha fallado constantemente, no sera que es hora de buscar otro donde se deje a un lado el excesivo poder personal y se gobierne con el consenso? , que hayan gobernantes fiscalizados por los electores y que los programas sean colectivos, suena difícil, pero es hora de intentar un cambio a unas estructuras ya obsoletas.